jueves, 11 de marzo de 2010

11- M


Imagino que al señor Aznar y al señor Acebes, en algún momento del día, se les vendrá a la cabeza que tal día como hoy murieron casi doscientas personas en Atocha. Dedicarán un minúsculo momento de su tiempo a pararse a pensar en ellos, pero sólo un segundo ya que ya se sabe que el muerto al hoyo y el vivo al bollo, y más cuando se trata del PP. Quizá que la Asociación del 11-M, formada por víctimas y familiares, se situase al lado del PSOE hizo que no dieran tanto bombo y platillo a sus dramas, como suelen hacer con las víctimas del terrorismo de ETA que, a veces por exceso (en mi opinión) llegan a convertir el dolor en un circo. O quizá que el atentado fuese consecuencia de una guerra ilegal a la que los españoles no queríamos ir y a la que, por cabezonería de estos señores, finalmente fuimos.
Tampoco es cuestión de hacer leña del árbol caído. Para nada es mi intención vivir toda la vida anclada en el pasado como hacen algunos con el franquismo, pero que les digan a las madres, mujeres, hijos, hermanos,.., si el tiempo pasa tan velozmente para ellos.
Me imagino que en sus vidas, el 11 de marzo sigue siendo un día muy duro.
Igual que para los que la Estación de Atocha forma parte de nuestras vidas. Yo también guardo recuerdos de aquella mañana e, inevitablemente, me paro a pensar ya que podía haberme tocado a mí o a mi padre. Es curioso porque fue con él con quien fui a la manifestación pocos días antes de que Bush invadiese Iraq con el apoyo de mi país. Un país que en época de Aznar no reconocía mío, que me hacía sentir vergüenza y apatía.
Creo que en este tema no debería de excederme más. Si ya me acusan de imparcial, no quiero ni pensar lo que algunos estarán diciendo de mí en este momento… Por desgracia, muchos entenderán este texto como una nueva defensa a Zapatero y al Ejecutivo cuando no es así. Lo único que me gustaría que se recordase el daño que puede hacer la política algunas veces, y lo nocivo que es gobernar en democracia en contra de la Opinión Pública. ¿O creen que las cosas no habrían sido diferentes si Aznar se hubiera resignado, escuchando la voz del pueblo, a no participar en aquella maldita guerra? Igual las muertes habrían sido las mismas, pero la imagen pública de estos señores ahora mismo luciría mucho más limpia…
Quiero concluir que el olvido es la ignorancia de los necios por lo que no permitamos que nos hagan olvidar. No hay mayor cordura que aquella de recordar el pasado para mejorar el presente. Aunque a veces el pasado tenga algo tan duro y tan triste como el 11-M.

2 comentarios:

  1. Somos muchos los que ayer tuvimos una sensación extraña durante todo el día, incluso en la distancia sin la prensa amarilla que nos rodea en España. Pero no olvides que todo ese circo es parte de una maquinaria pesada y destructiva, que el nuevo "periodismo" se encarga de engrasar.

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  2. Siento contradecirte pero, en mi opinión, el dolor no lo crea el periodismo. Es verdad que puede fomentarlo, pero hay una mano mucho más poderosa por encima de él.
    El 11-M, desgraciadamente, no creo que tuviese nada que ver con la manipulación mediática, salvo aquellos que emitieron a las 4 de la tarde la peli sobre ETA.
    A pesar de los años, los culpables son los mismos. No nos olvidemos de ello. Y como digo en el post, ojalá que al recordar las muertes sigamos sufriendo. Es lo único que nos permitirá no cometer los mismos errores.

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